martes, 10 de agosto de 2010

Pixar, ejemplo del trabajo bien hecho


Lo mejor que te puede pasar al hacer una película es que cuando la termines pienses tres cosas, la primera que tu pienses que la película es buena, la segunda que en gusto particular tuyo te guste y la tercera que sepas que te has dejado la piel. En Pixar una vez al año hacen una reunión donde la gente expone sus ideas, y resulta que las críticas son muy duras, por eso cuando ellos consiguen de todas esas películas una (la mejor), lo dejan todo para que las película no tenga ni un fallo. Cuando Pixar hizo la primera parte de Toy Story compraron los derechos de muchas empresas de juguetes para que pudieran reflejar ese mundo de los juguetes con más fidelidad a la realidad. Cuando hicieron Buscando a Nemo bucearon por el océano Atlántico para ver como era el fondo marino y de esa manera hacerlo más real, y el agua parece ser que llegaron a hacerla tan real que tuvieron que hacerla más falsa para que la gente no se pensara que habían hecho un montaje. Al hacer Ratatouille contrataron a un chef francés para que le explicara como funcionaba un restaurante de alta cocina francés. Y al hacer Up viajaron a un sitio llamado Las Caracas donde habían unas montañas muy extrañas, que poca gente había escalado y que se llamaban tepuis, allí aparecían las cosas que aparecían en la película, por ejemplo esas rocas con formas raras que aparecían en la película las crearon a partir de las que había en los tepuis, y la vegetación extraña también la sacaron de ahí, y ese laberinto de rocas donde vivía Kevin lo sacaron de uno que vieron allí. Ese es el buen trabajo en el cine, en el que haces lo que sea por tal de hacer que la película salga tal como quieras, como por ejemplo buecar, escalar montañas o contratar a un chef. Ese tal vez sea uno de los exitos de Pixar, aparte de perfeccionar sus ideas, luego la manera en que las adaptan a la película.

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