lunes, 6 de diciembre de 2010

El fin de una era

Era el año 1997 cuando la escritora J.K Rowling lanzó el libro Harry Potter y la piedra filosofal, y no creo que ella se pudiera hacer la idea de que ese libro iba a ser la desencadenante a una historia conocida mundialmente, a un personaje que todo el mundo reconoce, a un montón de adaptaciones cinematográficas que son algunas de las películas más exitosas de la década, a una saga fantástica que ya se empieza a considerar hito de la historia del cine. Pero cuatro años fue el tiempo que tardó el libro en convertirse en película, pero así lo hizo, y la primera película fue el primer bombazo, una película que gustó mucho en todos los lugares, los productores y JK Rowling vieron que en esta historia había mucho futuro, y decidieron continuar con la saga. Muchas son las historias en el cine las que se merecen recordar, pero... siempre habrá algunas que destaquen más que otras, y eso es lo que ocurre con esta saga, que es una historia que toda persona que entienda un poco del tema, conoce perfectamente. La saga, como ya me imagino que sabéis, trata de un niño huérfano, que vive con sus crueles tíos, y una noche, un hombre llamado Hagrid que trabaja en la escuela de magia Hogwarts le cuenta a Harry que sus padres fueron magos y que él también es mago y que tiene que ir a Hogwarts. Él decide ir, y allí conoce a Ron y Hermione, los que dentro de poco se conviertieron en sus mejores amigos. Allí le pasarán innumerables aventuras, al mismo tiempo que se da cuenta de lo que es sentirse querido y de lo que es la amistad, la honradez, etc;  cosas que no aprendía con sus tíos. Aunque también se entera de que tiene una misión, de la que poco a poco, según va creciendo, se va dando cuenta de lo importante que es y al mismo tiempo de lo peligrosa que es, esa misión es matar al innombrable Lord Voldemort. Y esto último es de lo que principalmente van las dos últimas películas (Harry Potter y las reliquias de la muerte. Partes 1 y 2). De momento se ha estrenado la primera parte y la verdad esque sinceramente me ha gustado en comparación con otras de la saga, y no es porque tenga más efectos especiales o menos; es simplemente por la manera de hacerla. Y esque en la saga, cada película era de una manera diferente, y lo digo de la manera de querer ambientarla, en alguna resultaba infantil, en otra muy fantasiosa, otra muy oscura, otra muy adolescente...pero siempre llevando la misma linea guional. Las primeras dos partes (La piedra filosofal y La cámara secreta) son las primeras, y por lo tanto la estética en las posteriores películas debería ser también así, pero no es el caso, estas son películas que tienen un aire muy clásico, o que resultan un guiño a péliculas de aventuras infantiles de los años 80. La tercera parte (El prisionero de Azcaban) me resulta la más original, con un aire muy oscuro y quea veces resultaba hasta macabro, pero muy original y que puede convencer mucho más que el resto. La cuarta parte(El cáliz de fuego)  es una mezcla de todas, a veces es muy clásica como las dos primeras, a veces muy oscura como la tercera parte, y a veces resultaba un avance de como iban a ser las dos siguientes. La quinta y sexta partes (La órden del Fénix y El misterio del principe) eran muy oscuras, a veces hasta deprimentes, al mismo tiempo que se ponían también momentos que parecían de una película adolescente donde Hogwarts era el insti. Y nos acercamos a las dos últimas, que resultan ser una dividida en dos, para añadir todo lo posible del libro al mismo tiempo que consiguen las productoras el doble de dinero, esperemos que en la última que falta ya por estrenarse todo se resuelva como se merece, da igual la estética, pero simplemente que se acabe para que todo el mundo empiece a hablar de Harry Potter como el nuevo hito de la historia del cine.

3 comentarios:

  1. Yo considero que la saga literaria sí ha hecho historia, pero no puedo decir lo mismo de la cinematográfica. Es verdad que ha recaudado mucho dinero, pero su calidad ha sido casi siempre mas bien baja. Yo sólo salvaría la 3 y la 4. El resto sirven unicamente para recordar una historia genial.

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